Esas irregularidades incrementaron el costo de las obras en 211 millones de reales (unos US$90 millones al cambio promedio del año del Mundial), precisa el informe divulgado el domingo por la noche por el programa "Fantástico", de TV Globo.
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La fiscalía de Rio pidió que las constructoras Odebrecht, Andrade Gutierrez y Delta Engenharia, encargadas de las obras, restituyan unos 200 millones de reales al Tesoro Público.
La renovación del templo del fútbol brasileño costó mil 200 millones de reales, casi el doble de los 700 millones previstos en el proyecto que obtuvo la licitación.
El cemento fue adquirido a un precio tres veces superior al del mercado, con un impacto de coste de 23 millones de reales, de acuerdo con el TCE.
Una jugada de riesgo
Algunos servicios, como el alquiler de grúas, fueron facturados dos veces, revelan los documentos.
Otro importante impacto en el precio final se debió a la sustitución del techo que cubre las tribunas, cuya preservación preveía sin embargo el proyecto original.
Se trata de una estructura similar a la del Soccer City de Johannesburgo, donde se jugó la final del Mundial 2010 en Sudáfrica, pero que costó cinco veces más cara, señala TV Globo.
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Odebrecht, concesionario del estadio, indicó al ser consultado sobre esas denuncias se limitó a "reiterar su compromiso de cooperar con las autoridades".
Odebrecht es una de las principales implicadas en el tentacular esquema de corrupción de Petrobras, sacado a la luz por la Operación Lava jato (lavadero de autos).
El Maracaná permaneció en estado de abandono durante tres meses luego de haber albergado los Juegos Olímpicos de Rio 2016, a causa de un litigio entre la empresa concesionaria y el comité organizador del Mundial de 2014, pero el miércoles pasado sus tribunas volvieron a vibrar, con ocasión del partido de la Copa Libertadores de América en el que el Flamengo goleó 4-0 al argentino San Lorenzo.
* Con información de agencias
