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El campeón mundial de boxeo Terence “Bud” Crawford fue sentenciado el jueves a 90 días de cárcel y dos años en libertad condicional por una trifulca en abril dentro de un taller de autos en Omaha, Nebraska.
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Matthew Kahler, abogado del púgil, apeló la sentencia y el veredicto de culpabilidad. Informó que su cliente depositó una fianza de 10.000 dólares por la tarde.
Así, saldría de la cárcel mientras se atiende la apelación.
Marcena Hendrix, jueza del condado de Douglas, reprendió a Crawford y le dijo que había actuado como si estuviera por encima de la ley.
“No lo está”, agregó.
Crawford tendría que cumplir al menos 50 días de cárcel bajo las directrices de sentencia en el estado.
Fue hallado culpable de alteración del orden público y daños a la propiedad por sus acciones en el taller en el que su Chevrolet Monte Carlo de 1984 era pintado. El boxeador dañó equipo durante una disputa sobre la cuenta.
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“Es la primera y única ocasión en que se le ha declarado culpable de algo significativo como adulto. Y la sentencia es anormalmente severa para un delito de desorden público y daños en propiedad ajena”, destacó Kahler. “Se trata de la sentencia más significativa que he visto por parte de esta jueza por estos cargos”.
Crawford noqueó a John Molina Jr. en el octavo asalto de una pelea el sábado en Omaha para retener sus cetros welter ligero de la OMB y el CMB.
Tras la audiencia del jueves, un grupo de agentes se llevó esposado al boxeador. La sentencia máxima que podía enfrentar el púgil era de seis meses de cárcel y una multa de 500 dólares por cada cargo.
La empresa Extreme Custom Fleet & Auto Spa había cobrado a Crawford 2.500 dólares por pintar el vehículo. Crawford pagó cerca de la mitad de esa cifra por adelantado.
Volvió al establecimiento y dijo al dueño Michael Nelson que no estaba conforme con el trabajo y que éste tardó demasiado en completarse. Nelson dijo a Crawford que no le entregaría el auto sino hasta que pagara el adeudo de 1.350 dólares.
Nelson dijo a la policía que Crawford ingresó al taller e hizo que descendiera el gato hidráulico donde se había colocado su vehículo. Luego, junto con un grupo de acompañantes, ató una soga al coche y se lo llevó.
El incidente fue grabado por una cámara de circuito cerrado.
La policía dijo que el gato se quedó atascado en la posición de encendido, lo que ocasionó que se sobrecalentara. El problema derritió el receptáculo hidráulico y quemó la bomba de agua.
Los daños se estiman en más de 3.000 dólares.