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Este 1 de noviembre, asueto por el Día de todos los santos, un grupo de jóvenes no quiso descansar sino más bien tomaron sus bicicletas y salir de su aldea hasta la capital del país para ver a sus héroes, los pedalistas de la 56 edición de la Vuelta a Guatemala.
“Primero Dios estaremos allí algún día” dice William Pajá, el capitán del equipo y el menos tímido del grupo. Ellos viven en aldea Lo de Carranza, San Juan Sacatepéquez. A diferencia de otros jóvenes del lugar, ellos prefirieron la bicicleta sobre el fútbol o el baloncesto.
El grupo está integrado por unos 10 amantes al ciclismo. El mayor llega a los 20 años y el menor tiene 16. Con mucho esfuerzo han comprado sus bicicletas ya que algunos tienen que trabajar y otros hacer ahorros.
Los pedalistas que recorrerían el circuito del Anillo Periférico tomaban la línea de salida mientras que los muchachos de Lo de Carranza los observaban con emoción diciendo “algún día”.
Los entrenamientos no son como quisieran. No solo porque no tienen patrocinio sino porque tampoco tienen todo el tiempo ya que algunos tienen que trabajar y eso solo permite que se reúnan los fines de semana, aunque aprovechan para hacer largadas de 100 a 120 kilómetros.
Juan Carlos Ramírez y Fernando Ruiz Foto:
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William mostró su admiración por los nacionales Manuel Rodas y Alder Torres pero también por el campeón Román Villalobos. En cuanto a los grandes exponentes confesó que su favorito es el británico Christopher Froome.
Este grupo de novatos aún no tiene nombre. Ellos no saben si algún día cumplirán su sueño de ser parte de la fiesta grande del ciclismo nacional. Mientras algo llega, aseguran que seguirán entrenando, haciendo los sacrificios que necesita un deportista de alto nivel para dejar de ser observadores y convertirse en protagonistas.