El Anillo Periférico fue cerrado al paso vehicular pero abierto para que decenas de familias arriban al sitio para ver el paso de la caravana ciclística en la última etapa.
Padres y madres era lo más común, pero también hubo abuelos y nietos, porque la etapa del 1 de noviembre en la capital se ha convertido en una oportunidad para inculcar el ciclismo.
Juan Gilberto Ajcot vino con su esposa Elena y sus hijos Cristian, Juan José y Gerson Francisco. “Orgulloso y feliz de estar aquí” dice al ver cómo pasan los ciclistas a medios de dos metros de él.
Juan Gilberto también practica ciclismo. En sus tiempos libres sale de su casa en la colonia Landívar zona 7 hacia San Juan Sacatepéquez y San Pedro Sacatepéquez, en solitario, arriesgándose a que un conductor irrespetuoso lo pueda arrollar.
Apasionado por el ciclismo le desea éxitos al ganador. Y aunque en este año se la llevó el costarricense Román Villalobos guarda la esperanza de que un chapín se corone campeón.