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Fuertes críticas no solo de medios de comunicación estadounidenses sino de personas individuales han desatado los nadadores, especialmente el multimedallista olímpico Ryan Lochte, quienes desataron un escándalo por sus falsas declaraciones sobre un asalto en Rio de Janeiro.
Ahora el 12 veces medallista olímpico es calificado como la versión actualizada a nivel mundial del estadounidense más desagradable: un hombre que dijo haber sido robado a mano armada para ocultar sus acciones al margen de los Juegos Olímpicos.
Contrario a lo que Lochte y los otros nadadores dijeron, resultó que fueron detenidos en una gasolinera por un guardia de seguridad después de haber destrozado un baño y haber orinado contra una pared en estado de ebriedad después de una fiesta la madrugada del domingo.
Este viernes Lochte se disculpó lamentando “no haber sido más cuidadoso y sincero”, pero lejos de agradar, su comentario desató la furia de sus compatriotas y lo que logró fue autodestruirse como figura pública.
“Lochte vergüenza nacional, “Lochte el verdadero Pinocho”, “Lochte el tipo rico, apuesto, ávido de atención que trata al mayor evento deportivo como una salida nocturna con los amigos y luego los deja mientras escapa de Brasil”, fueron algunos de los cientos de comentarios.
Mientras que el titular del New York Post tituló: “Ryan Lochte es todo lo que el mundo odia de los estadounidenses”, y la columnista del Washington Post Sally Jenkins lo expresa así: “Hay una categoría especial de estadounidense insoportable que el ‘bro’ (hermano) Lochte representa, con su T-shirt, jeans y exclusivo calzado de nobuk, que mostró en las redes sociales esa noche en la fiesta junto a la etiqueta con el precio. ‘Tenemos 6k (6 mil dólares) aquí abajo’, escribió”.
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En tanto el nadador se disculpó de esta forma: “Quiero disculparme por mi comportamiento el pasado fin de semana, por no ser más cuidadoso y sincero en la forma en que he descrito los aconteicmientos de aquella mañana y por quitarles la atención a los atletas que fueron a cumplir sus sueños de participar en los Juegos Olímpicos. Esperé a compertir estos pensamientos hastta que se confirmó la situación jurídica y que había quedado claro que mis compañeros regresarían a salvo a casa”, explicó Lochte.
“Es traumatizante estar afuera hasta tarde con tus amigos en un país extranjero con la barrera del idioma y tener a un extraño apuntándote con una pistola pidiéndote dinero para dejar que te vayas, pero a pesar del comportamiento de cualquier otra persona esa noche, debí haber sido mucho más responsable en cómo me comporté y por eso me disculpo con mis compañeros de equipo, mis fans, mis compañeros competidores, mis patrocinadores y los anfitriones de este gran evento. Estoy orgulloso de representar a mi país en una competición Olímpica y esta fue una situación que se pudo haber evitado. Acepto la responsabilidad que tuve en este suceso y he aprendido una importante lección”, finalizó.
