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Un juego por de más llamativo y que puede traer al recuerdo la historia de David y Goliat, se vivirá este miércoles desde las 10 de la mañana cuando Brasil y Neymar se enfrenten a Honduras, en busca del pase a la final del torneo de futbol de los Juegos Olímpicos de Rio 2016.
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La mochila que cargan hace meses Neymar y sus muchachos se puso aún más pesada desde el martes: las meninas de Marta fueron eliminadas en semifinales por Suecia y ahora apenas pueden optar por un bronce con sabor a poco.
La humillación ante Alemania en su Mundial 2014, más dos Copas América, la de Chile-2015 y Estados Unidos-2016, y las mujeres el martes, todo en dos años, le ponen al equipo olímpico brasileño una vara demasiado alta.
La presión se acrecienta porque el oro en fútbol es el único galardón que no ha ganado el pentacampeón mundial. Y celebrarlo en el Maracaná puede ser sanador.
“Las cosas no salieron al principio de la forma como esperábamos. Hubo un momento de críticas pero el equipo las soportó y se fortaleció, y aprendió a lidiar con la presión de la medalla, especialmente la de oro”, dijo el DT de Brasil, Rogério Micale.
Todo cambia: cuando Brasil resbalaba al inicio del torneo olímpico la torcida entonaba “Marta“, “Marta” como crítica hiriente a Neymar, pero Marta quedó afuera, y el astro del Barça tiene ahora la mesa servida para saltar al Olimpo.
Pero Honduras no es hueso fácil de roer, ha eliminado a Argentina y ha avanzado a semifinales para verse con Brasil con una formación sólida y de ataque ideada por el colombiano Jorge Luis Pinto, el mismo que llevó a Costa Rica a un inédito cuartos de final en el Mundial de Brasil.
“Si le preguntan a algún brasileño si se le pasó por la cabeza que Brasil iba a perder 7-1 con Alemania o si alguno pensó que Uruguay iba a ganar en 1950, nadie pensaba eso. Las camisetas no asustan más”, señaló un desafiante Pinto, para quien “todo puede suceder en el fútbol”.