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Con música de Gilberto Gil, arte típico brasileño y mucho ecologismo se llevó a cabo la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Rio 2016, los primeros en Sudamérica.
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Sin excentricidades ni lujos, los fuegos artificiales y la tecnología dieron paso a la imaginación, la música y la vasta cultura popular brasileña, cuando el gigante sudamericano vive una crisis económica y política sin precedentes.
Sergio Muñoz / Delegado ACD Foto:
“¡Terrícolas, reforestemos, salvemos el planeta!”, rezaban los creadores en su mensaje olímpico, lleno de referencias al cuidado y la protección del medioambiente.
Se apagaron las luces y “Aquele Abraço“, del inigualable Gilberto Gil, interpretada por el compositor Luiz Melodia, estrujó las almas de los espectadores en un escenario histórico. Si la Amazonia es el pulmón de Brasil, el Maracaná es el latido de sus corazones.
Sergio Muñoz / Delegado ACD Foto:
La canción de Gil, símbolo de la lucha contra la dictadura militar en Brasil, acompañó el vídeo de introducción, en el que varias panorámicas mostraban cómo el deporte está integrado en el estilo de vida de Rio.
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De la música al arte. De las leyendas de las partituras a los genios de la geometría, como Athos Bulcao. Por momentos, las ondas de Copacabana se trasladaron al estadio y el símbolo de la paz presidió el escenario, inspirado en las formas y curvas de Oscar Niemeyer, el maestro brasileño de la arquitectura moderna. Ecología, arte y pacifismo.
Sergio Muñoz / Delegado ACD Foto:
Segundos después Paulinho da Viola, uno de los máximos exponentes de la música popular brasileña y el más destacado representante de la Escuela de Samba de Portela, entonara el himno nacional.
Diez estrellas del país, entre ellos el voleibolista Nalbert Bitencourt, oro en Atenas 2004, y cincuenta jóvenes promesas, pasearon mientras con la bandera nacional. Pasado y futuro.
Sergio Muñoz / Delegado ACD Foto:
La ceremonia contó con la presencia de la supermodelo Gisele Bündchen y la ícono transgénero Lea T antes del desfile de las 207 delegaciones (las de los 205 países, entre ellos 271 rusos, así como la delegación de atletas independientes y la de refugiados).