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Una escena poco usual y con algo de violencia se dejó ver este domingo durante la final de la Copa de la Liga Inglesa, que disputaron el Manchester City y el Liverpool en el estadio de Wembley.
Y es que el jugador del City, Yayá Touré sujetó la camiseta de Adam Lallana y no levantó del suelo como si estuvieran en un cuadrilátero de lucha libre, mientras sus demás compañeros intentaban calmar los ánimos. Por suerte, Lallana no cayó al césped.
Al final, el incidente no pasó a mayores y el City se proclamó campeón después de que fueron necesarios los tiros penaltis.