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En 2001, un joven filipino de 22 años llegó a entrenar al gimnasio de Freddie Roach. Hoy, Manny Pacquiao y su entrenador forman uno de los binomios más exitosos del deporte, pero más allá de lo profesional, “Pacman” ha influido para bien en la vida de Roach, a quien salvó del suicidio.
“Entrenar a Manny me ha salvado del suicidio”, confesó Roach en entrevista con el periódico británico “Telegraph”.
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Y es que el famoso entrenador sufre de la enfermedad de Parkinson, lo cual es causa de depresión y pensamientos suicidas, que gracias a la presencia de Pacquiao se han ido superando.
“Estoy en el gimnasio todos los días, es parte de mi vida. Me gusta lo que hago y éstas son mis vacaciones”, confesó Roach, de 55 años.
No obstante, en momentos de soledad, los pensamientos suicidas vuelven a él por causa de los medicamentos que toma para combatir el mal que sufre, aunque dejó en claro que no planea “hacerse daño”.
“Me enfermo con demasiada frecuencia y algunos medicamentos me causan depresión. Por las mañanas pienso en cosas malas, pero cuando voy al gimnasio y me pongo a entrenar se me olvida todo”.
“A veces estoy en una pequeña habitación durante varias semanas y pienso en saltar por la ventana, pero eso sólo es porque he estado pasando un mal tiempo. No voy a hacerme daño”, finalizó Roach quien prepara a Pacquiao para la “Pelea del Siglo” ante Floyd Mayweather.