La historia de Lindsey Vonn es digna de la admiración. La esquiadora se convirtió en la más ganadora de toda la historia, luego de que el fin de semana pasado obtuviera su victoria 63, en Copas Mundiales, con solo 30 años de edad.
Pero la vida de la actual novia de Tiger Woods no ha sido sencilla. En febrero de 2013, cuando se encontraba en la cima de su carrera tanto deportiva como en el modelaje, sufrió una grave lesión en la rodilla. Muchos doctores pusieron en duda su continuidad en las pistas, pero Vonn no se rindió.
Trabajó mucho para volver a las competencias y a finales de eso año estaba lista para preparase para los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014, desafortunadamente volvió a tener otra lesión que la alejó del evento que se llevó a cabo en Rusia.
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Pero la esquiadora volvió a levantarse y el fin de semana pasado consiguió un doblete en Cortina d’ Ampezzo, en Italia, al vencer en las pruebas de descenso y súper gigante. Ahí estuvo el golfista estadounidense para sorprender con su presencia a su novia, con quien matiene una relación de más de un año.
Pero no todo es felicidd en la vida de la rubia. En más de una ocasión ha confesado ante los medios que sufre de depresión. “Tengo buenos y malos días. Debo tomar medicamentos, porque después de fuertes entrenamientos me siento cansada, agotada, y el vacío se apodera de mí”, ha comentado la esquiadora más ganadora de la historia.