Empeñado en recorrer la pirámide que va desde la base como simple jugador a superestrella internacional, y ahora dueño de un equipo de futbol, el inglés David Beckham realizó una apuesta arriesgada al tratar de instalar en Miami una franquicia de la MLS.
Beckham anunció ayer su nueva aventura acompañado de Don Garber, el comisionado de la MLS, y de Carlos Giménez, alcalde de esa ciudad.
“Sé que hubo un equipo aquí (el Fusion) hace como diez años y que desafortunadamente desapareció, pero también sé que Miami está pronta para tener futbol profesional nuevamente”, agregó el exvolante.
“Estamos encantados de que él será un dueño, y esperamos que nos ayude a lograr nuestro objetivo de ser una de las ligas más competitivas del mundo”, añadió.
Desde que salió del Galaxy de Los Ángeles en diciembre, Beckham reflexionó sobre la localización de su equipo.
Agencias