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Papa bendice a Messi

Argentina e Italia jugarán un amistoso en honor del primer papa latinoamericano, que no esconde su pasión por el fútbol, su deporte favorito.

AFP AFP

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CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco, primer pontífice hincha confeso de fútbol, recibió este martes en el Vaticano a las selecciones de Argentina y de Italia, encabezadas por Lionel Messi y Gianluigi Buffon, a quienes recordó que los astros deportivos son “un modelo” para la sociedad.

“Ustedes son un modelo para bien o para mal”, les dijo el papa argentino al recibir a cerca de 200 personas, entre jugadores, técnicos y funcionarios de las dos federaciones de fútbol en una audiencia especial en la imponente Sala Clementina del palacio apostólico.

Las dos selecciones jugarán el miércoles un amistoso en honor del primer papa latinoamericano, que no esconde su pasión por el fútbol, su deporte favorito.

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“Difícil para mí ser hincha mañana, por fortuna es un amistoso”, admitió el pontífice, quien les recordó que “son muy populares”. “La gente los admira, no sólo en el estadio, sino también fuera. Esa es una responsabilidad social”, recalcó.

“Ustedes son artífices del entendimiento y la paz social”, repitió, y les invitó a respetar tres principios: “lealtad, respeto, altruismo”, dijo en su discurso hecho en español e italiano.

“Pido al Señor que los bendiga y a la Virgen María que los guarde”, apuntó el papa.

“Les pido también que oren por mí para que yo en la cancha en la que me han puesto pueda jugar un partido honesto y con coraje por el bien de todos nosotros”, añadió el pontífice.

El papa recordó a los jugadores que “antes de ser campeones, son siempre hombres, personas”, con sus virtudes y sus defectos, y los instó a no perder nunca su condición de “hombres portadores de humanidad”, tanto en la cancha como en la vida.

Al término del encuentro, en un acto inusual para el protocolo de la Santa Sede, las federaciones italiana y argentina de fútbol ofrecieron una conferencia de prensa en la sede de la Pontificia Academia de la Ciencia para ilustrar una iniciativa promovida por ambas para fomentar la solidaridad y la tolerancia en todas las escuelas a través del deporte.

Una jornada especial

“El fútbol me ha llevado por todo el mundo, a los lugares más increíbles, pero la de hoy ha sido de verdad una jornada especial, inolvidable”, reconoció Messi durante la rueda de prensa.

El célebre delantero argentino, quien no jugará el amistoso del miércoles en el estadio Olímpico de Roma por problemas físicos, aseguró que el mejor modo de responder al pedido del papa es “ofrecer el miércoles un espectáculo limpio, sobre el terreno de juego y fuera. Éste es el modo de continuar una jornada así”, dijo.

“¡Qué bueno poder dar ejemplo en la cancha, porque el fútbol llega a todas partes!”, comentó.

Por su parte, el veterano capitán de la selección italiana, Gianluigi Buffon, definió como “conmovedor e inusual” el encuentro con Francisco.

“Con un papa así es más fácil ser mejores”, dijo.

El portero de la selección italiana vencedora de la Copa del Mundo explicó que “para intentar ser un buen modelo, un deportista tiene que intentar mantener inalterada su vocación, que le ha acercado desde pequeño a la disciplina que está practicando con pasión y vocación, que no es fruto del negocio, sino que es algo innato”.

“Seguramente, para mí y para todos nosotros es motivo de gran orgullo poder participar en el acto de mañana y de hoy. La única cosa que se puede decir es que es una jornada especial”, agregó.

Buffon, que contó que nunca había recibido un gol de Messi, elogió en varias ocasiones el talento del campeón argentino.

Messi, con aire tímido y taciturno, contó que no logró hablar con el papa durante la audiencia porque “había mucha gente” y entregó un mensaje escrito a Francisco en el que le pide que siga ayudando a los niños más desamparados.

Por su parte el entrenador italiano Cesare Prandelli reconoció que no pudo reiterarle al papa la invitación para que asista el miércoles al partido porque el pontífice “se me adelantó y explicó que no iría al estadio porque en el Vaticano lo iban a regañar, porque es muy indisciplinado”.

Los jugadores, tanto los argentinos como los italianos, ingresaron en forma conjunta al Vaticano en un mismo autobús, provenientes del mismo hotel en que se alojan, cercano al céntrico parque de Villa Borghese, en un “gesto de amistad y unión”, según la Federación Italiana de Fútbol (FIGC).

El presidente de la FIGC, Giancarlo Abete, resaltó la voluntad de la entidad de desarrollar un fútbol “sano y limpio”.

Por su parte, Julio Umberto Grondona, presidente de la Asociación de Fútbol Argentino, pidió a Francisco que “bendiga el fútbol” argentino para “que los estadios vuelvan a ser como eran cuando usted despertaba a sus primeras emociones de hincha”, dijo.

“Sólo queremos vivir la fiesta en familia, en paz, con respeto y hermandad. Siempre rezaremos por usted, papa Francisco”, concluyó.

El primer partido entre las selecciones de Italia y Argentina en casi 13 años, después del que se jugó en Roma en 2001, tampoco contará con otro astro, el italiano Mario Balotelli, también lesionado, al que el papa dedicó un momento especial para consolarlo.

Francisco recibió también numerosos regalos, entre ellos varias camisetas, placas honorarias, cartas y el carnet de “socio honorario” de su club, el San Lorenzo.

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