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Erick Barrondo: "El Mundial significa todo para mí"

A poco más de un año de haber hecho historia al conquistar la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, otro desafío enfrentará al marchista nacido en San Cristóbal Verapaz a los mejores del planeta, en la prueba de 20 kilómetros en las calles de Moscú, Rusia, sede del Campeonato Mundial de Atletismo que se disputa este mes

Foto. Pedro Orozco Foto. Pedro Orozco

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El reencuentro con el chino Ding Chen, ganador del oro olímpico el año anterior, o el duelo contra el ruso Petr Trofimov, quien posee la mejor marca del año (1:18.28), esperan el 11 de agosto a Erick Bernabé Barrondo en la competencia de 20 kilómetros marcha dentro del Campeonato Mundial de Atletismo, cuya edición 14 tendrá lugar en Moscú, Rusia.

Esta será la segunda participación mundialista del atleta guatemalteco, quien en 2011, con apenas 19 años, obtuvo un décimo lugar en una de sus primeras competencias contra la élite del planeta.

Para Barrondo, mucho ha cambiado de ese evento que tuvo lugar en Daegu, Corea del Sur, que fue uno de los primeros éxitos de su carrera sobre el asfalto.

Más allá de su condición como subcampeón olímpico luego de Londres 2012, la experiencia adquirida y la madurez obtenida por los cambios en su entorno hacen que el panorama sea distinto.
Aún así, la parte que se mantiene intacta dentro de su mente es el objetivo de cruzar en primer lugar la meta que se ubicará en la pista del estadio Luzhniki para hacerse con el cetro mundial.

Barrondo explica que busca, además de entregar al país un triunfo más, sumarse a los latinoamericanos que ganaron un título mundial como antes lo hicieron el ecuatoriano Jefferson Pérez (París  2003, Helsinki 2005 y Osaka 2007) y los mexicanos Daniel García (Atenas 1997) y Ernesto Canto (Helsinki 1993).

Por si esto no es suficiente, el de San Cristóbal Verapaz también seguirá su reto de romper el récord mundial (1:17.16) que está en poder del ruso Vladímir Kanaykin desde septiembre de 2007.

En la actual temporada, en su mejor actuación, con la que ganó el Gran Premio de Dublín, a principios de junio en Irlanda, detuvo el cronómetro en 1:20.24.

Sin embargo, su entrenador, el cubano Rigoberto Medina, tiene la confianza plena de que será capaz de superar su mejor marca (1:18.25, en Lugano, Suiza, en marzo de 2012).

La cercana relación entre ambos, la cual comenzó a mediados de 2010, ha sido clave para que el marchista haya mejorado en su rendimiento y, progresivamente, sus resultados le hayan llevado al puesto que ocupa dentro del mundo de la marcha atlética.

A fondo

Junto a Medina y sus compañeros Daniel Quiyuch, Aníbal Paau, Mirna Ortiz y Mayra Herrera, Barrondo llevó a cabo una exigente etapa de entrenamiento en Sierra Nevada, España, el mismo lugar en donde se preparó el año anterior para las justas olímpicas.

Quiyuch y Paau, quienes se han especializado en 50 kilómetros, alcanzaron meses atrás la clasificación en 20 y serán sus aliados dentro del pelotón en el que espera toparse, además de Chen y Trofimov, con otras figuras de peso como el chino Zheng Wang (bronce en Londres 2012) o el australiano Jared Tallent.

A lo largo de los meses anteriores, y luego de las descalificaciones que sufrió en el Trofeo Lugano, en Suiza, y el Gran Premio de Rio Maior, en Portugal, la preparación incluyó para Barrondo un cambio drástico en su técnica, que tuvo sus primeros réditos en Dublín y el que confía será un impulso de importancia en Moscú.

En sus marcas
El domingo 11 de agosto, cuando en Guatemala sean las 7 horas, el disparo de salida se escuchará en el recinto moscovita para dar inicio a la prueba de 20 kilómetros, sin duda, la más esperada por él para este año.

Erick, el gran momento de competir, una vez más, contra los mejores del mundo se acerca.
Sí, definitivamente, es para lo que hemos trabajado muy duro desde hace varios meses y que después de Londres se volvió nuestro objetivo más importante junto al “Profe” (Medina) y todos en el equipo. Este año, el Mundial significa todo para mí.

¿Qué sensación define mejor lo que te rodea previo al Mundial de este año?
Un poco de todo, pero creo que la motivación de hacer una buena competencia y de buscar ganarlo hace que todo lo demás se quede en un segundo plano. En estos meses hemos corregido lo que hacía mal con la técnica y que estaba facilitando que me descalificaran los jueces, siento que eso es algo que me da más confianza para marchar mejor ese día en Rusia.

¿Lo hecho junto al equipo y al entrenador en estos meses será suficiente para tener la actuación que quieres?
Siento que sí, para eso es que hemos trabajado y con el “Profe” tenemos los objetivos de caminar debajo de 1:18, de romper el récord del mundo y de ganar el Mundial, estamos convencidos de que lo podemos lograr.

¿Qué queda del Erick que siendo un novato asistió a Daegu 2011 dentro del que ahora estará en Moscú 2013?
Creo que parte de las dos cosas, en ese entonces estaba más joven, tenía poca experiencia y muchas ansias por hacer lo que me había propuesto, en ese momento tal vez era más impulsivo.

¿Y esta vez?
Hay mucha diferencia, el entorno es otro.

Obviamente, la medalla ganada en Londres te da otra condición.
Definitivamente, para mí esa medalla de plata significa un antes y un después, no solo dentro de la competencia sino además en la vida diaria, el contacto con la gente, las actividades y la responsabilidad que conlleva representar a Guatemala en otros lugares del mundo.

¿Te añade todo esto una presión adicional a la de la propia competencia?
Sí, de alguna manera existe más presión.

En Daegu aprendiste una de las lecciones más importantes al cometer el error de hacer, sin saber, el desgaste para el colombiano López que luego ganó el bronce.
Sí, y eso es algo que nunca se me va a olvidar, fue un error de novato por el que sufrí mucho, me enojé conmigo mismo y fue una espinita que me costó sacar hasta que llegó el momento de la revancha.

La revancha tan ansiada que llegó unos meses después en los Juegos Panamericanos, en Guadalajara, en donde ganaste el oro y venciste con mucha diferencia a López.
Pues sí, en ese momento no lo pensaba de esa manera porque teníamos claros los objetivos para esos juegos, pero a la larga también me sirvió para sentirme más tranquilo.

Dos años después todo es muy diferente, comenzando por la IAAF, muchos te consideran como uno de los favoritos para el podio en Moscú.
Sí, es algo que también hace la diferencia y que me obliga a tener los pies bien puestos sobre la tierra para mantener la concentración en el trabajo y que las posibilidades de estar en el podio sigan siendo grandes para esta vez.

En este camino a Moscú ¿te marcaron un alto importante las descalificaciones que te tocó sufrir en tus participaciones en Lugano y en Rio Maior?
Seguro, con “el Profe” nos dimos cuenta de que estaba cometiendo un error en la técnica que después hizo que me sacaran en esas dos competencias. Ya con la cabeza fría nos sentamos a platicar y comenzamos con el trabajo específico para esa parte, gracias a Dios los resultados se notaron en Dublín. Esto y la medalla de oro me dejaron satisfecho. Claro, siempre me hubiera gustado hacer menos tiempo (1:20.24), pero lo importante es que se mejoró en lo que nos estaba causando problemas.

¿Sirvió también para recuperar la calma que te pudo faltar por no haber podido terminar dos competencias importantes?
Sí, así mismo, en algún momento la desesperación me llegó a afectar porque tenía encima la presión de obtener los resultados que la prensa y las personas esperaban de mí.

Durante ese espacio existió la oportunidad de ir al Gran Premio de Dudince, en los 50 kilómetros, y conseguir un récord panamericano siendo apenas la tercera vez que competías en esa distancia.
Gracias a Dios se me dio esa posibilidad y “el Profe” siempe creyó que podía mejorar la marca que hice el año pasado en Pontevedra (3:44.59) y con la que clasifiqué a Londres. Ahora fue diferente porque hice los 50 antes que los 20 de Lugano y me fue mejor, la verdad fue muy importante bajar mi tiempo (3:41.09) y lograr la marca para el Mundial.

¿La de 50 sigue siendo una prueba que te gusta hacer?
Definitivamente, lo he dicho antes porque es una competencia que me gusta y en la que se han dado buenos resultados, tanto el año pasado como este, vamos a ver que dice “el Profe” y si se da la posibilidad de volverla a caminar para mejorar mi tiempo.

Aunque tu prioridad y la de Medina está en los 20, ¿queda esa sensación de querer entrar en la competencia de 50 en el Mundial?
Sí, porque de verdad me gustaría competir en ella, pero él sabe qué hace y si me dice que lo mejor es quedarme de lleno en los 20, le creo.

¿Qué clase de competencia veremos en Moscú el 11 de agosto?
Muy dura, no por algo es el Mundial y los que están ahí son los mejores, tenemos que planear muy bien de qué manera vamos a caminar porque los jueces se ponen muy duros a la hora de sacar las amonestaciones y descalifican muy pronto. Los favoritos son los de siempre, los europeos, principalmente los rusos, porque están en casa, y los chinos.

Está esa posibilidad de toparse otra vez con Ding Chen, con quien compartiste el podio en Londres.
Y no solo con él, porque ya hay otros competidores fuertes que han salido después de los Juegos Olímpicos y han estado por Europa en estos meses mejorando los tiempos, siento que este Mundial será uno de los más fuertes en cuanto a las competencias de marcha y será muy bonito demostrar que Guatemala tiene a uno de los mejores equipos y al mejor entrenador de todo el mundo.

Fernando Ruiz

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