Benicio del Toro regresa a Cannes con un filme freudiano

La película está basada en el libro "Psicoterapia de un indio de las llanuras", que recoge los diálogos entre James Picard (Del Toro) y el antropólogo y psiconalista francés Georges Dévereux

La película está basada en el libro “Psicoterapia de un indio de las llanuras”, que recoge los diálogos entre James Picard (Del Toro) y el antropólogo y psiconalista francés Georges Dévereux, encarnado por Mathieu Amalric, en la famosa clínica Menninger de Topeka, Kansas, en 1948.

Dévereux curó a Jimmy, un indio de la tribu Blackfoot (Pie negro), de los severos dolores de cabeza que sufría, que no eran causados por heridas recibidas en la guerra ni por esquizofrenia, como se creía, sino por traumas de su niñez y juventud.

“Conocer la situación de los indios norteamericanos fue fundamental para entender a mi personaje”, declaró el actor estadounidense de origen puertorriqueño y nacionalizado español, que lleva el peso del filme en sus hombros, junto con Amalric.

Del Toro, de 46 años y que fue coronado con el premio de interpretación de Cannes en el 2008 por su papel de Ché Guevara en el filme “Che”, de Steven Soderbergh – galardón que el actor dedicó al guerrillero nacido en Argentina- explicó que cuando Desplechin le envió el guión, lo que más le llamó la atención fue la “originalidad” del tema.

“Leo muchos guiones y éste me impactó por su originalidad”, afirmó Del Toro en una rueda de prensa en Cannes tras la presentación del filme a la crítica, que lo aplaudió, aunque sin el entusiasmo casi unánime que despertó la víspera la película “El Pasado”, del iraní Asghar Fahradi, que tiene olor a premio.

El actor nacido en Puerto Rico – quien el año pasado formó parte del jurado internacional que atribuyó la Palma de Oro al filme “Amour” de Michael Haneke- señaló que lo que más le interesó en este trabajo – para él que estudió el habla y el acento de indios de esa tribu, fue “el encuentro de dos seres humanos”.

Despleschin -autor de películas como “Reyes y reinas”, que obtuvo el premio Louis Delluc, a la mejor película francesa en 2004-, coincidió en que “es el encuentro entre los dos hombres, y la amistad que se gesta entre ellos, lo que está en el corazón de esta historia”.

Aunque el realizador francés, de 53 años, demuestra una gran maestría, al traducir a un lenguaje cinematográfico este interesante caso psicoanalítico, y tanto Del Toro, ganador de un Oscar al mejor actor de reparto por “Traffic”, en 2008 – como Amalric, que ha sido premiado dos veces con el César al mejor actor- son ambos magníficos intérpretes, el tema de “Jimmy P.” es árido.

El año pasado, un filme sobre Sigmund Freud que se presentó en una de las secciones de Cannes se fue con las manos vacías, y fue un fracaso en las taquillas.

Agencias

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