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El astro del género urbano, Bad Bunny, se alzó como uno de los grandes triunfadores en la más reciente edición de los Premios Grammy Latinos, celebrada en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, Nevada. El artista puertorriqueño, que lideró la lista de nominaciones con 12 menciones, logró llevarse a casa cinco gramófonos dorados, demostrando la amplitud de su influencia y el éxito de su trabajo discográfico más reciente.
El galardón más codiciado de la noche, Álbum del Año, fue para su aclamado trabajo Debí Tirar Más Fotos. Este triunfo es especialmente significativo, ya que representa un reconocimiento a su constante evolución artística y a un álbum que experimenta con diversos estilos, trascendiendo las fronteras tradicionales del reguetón. Además de la máxima distinción, Bad Bunny fue reconocido en categorías clave del género urbano, incluyendo Mejor Interpretación de Reggaetón, Mejor Fusión/Interpretación Urbana, Mejor Álbum de Música Urbana y Mejor Canción Urbana.
Durante su discurso al aceptar el premio a Álbum del Año, el artista dedicó su victoria a la juventud de Latinoamérica, con una mención especial a Puerto Rico, y resalto el papel de la música como una forma de “hacer patria y defender nuestra tierra”. A pesar de que premios como Grabación del Año y Canción del Año recayeron en otros talentos (Alejandro Sanz y Karol G, respectivamente), la noche giró en torno al impacto y la visión creativa de Bad Bunny, quien con cinco premios, reafirmó su posición como una de las figuras centrales que marcan el rumbo de la música latina a nivel global. Su actuación con el tema “Weltita”, junto a la banda Chuwi, fue uno de los momentos destacados de la velada.