Lo que realmente sucedió fue que Abel Sáenz, se disfrazó para bromear con sus compañeros. Abelito es un influencer que ingresó al reality como el último habitante, presentado minutos antes del final de la primera gala el 27 de julio.
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Sáenz, de 25 años, se unió a un elenco que incluye a figuras como Ninel Conde y Facundo, en un formato que busca replicar el éxito de ediciones anteriores.
La producción del reality, transmitido por Las Estrellas los domingos y Canal 5 de lunes a viernes, fue criticada por esta decisión, ya que Sáenz no cumplía con el perfil inicial de “famosos consolidados”, según anunciaron en la conferencia de prensa previa al estreno.
La inclusión del joven, conocido por su presencia en redes sociales, fue interpretada como una estrategia para atraer a una audiencia más joven, alineándose con la tendencia de realities que mezclan celebridades tradicionales con influencers.
Este movimiento ocurre en un contexto donde La Casa de los Famosos México busca posicionarse como un formato relevante en el ecosistema digital, según declaraciones de Armando Córdoba, Chief Strategy Officer de HCM, quien destacó la importancia de conectar con comunidades en línea.
La decisión de la producción causó debate sobre la autenticidad del casting y la presión por mantener altos niveles de engagement en plataformas como X, donde momentos virales, como el reciente “Abelito bebé”, han dominado las conversaciones.
La tercera temporada, que promete una dinámica intensa con nominaciones y eliminaciones semanales, ya registró picos de interacción social, reflejando el impacto de decisiones como la de Sáenz en la narrativa del programa.