El mundo del rock está de luto. Ozzy Osbourne, ícono de la música y pionero del heavy metal, falleció a los 76 años, semanas después de ofrecer su último espectáculo como parte de su gira de despedida.
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La noticia ha conmocionado a fanáticos de varias generaciones que lo siguieron durante más de cinco décadas de carrera.
Conocido como el “Príncipe de las Tinieblas”, Osbourne dejó una huella indeleble tanto como vocalista de Black Sabbath como en su etapa como solista.
Su estilo provocador, su voz inconfundible y su presencia en el escenario lo convirtieron en una leyenda viva del rock hasta sus últimos días.
El deceso se produce tras su emotivo concierto final, un evento con fines benéficos que recaudó más de 190 millones de dólares destinados a organizaciones de salud mental y apoyo a veteranos de guerra, causas que el artista apoyó abiertamente en sus últimos años.
Aunque en los últimos años enfrentó múltiples complicaciones de salud, incluyendo problemas de movilidad y un diagnóstico de Parkinson, Osbourne se mantuvo activo y conectado con sus seguidores, tanto en redes sociales como en apariciones públicas.