Fórmula 1: La Película nos lanza a toda velocidad dentro del mundo del automovilismo con una historia que, aunque clásica, brilla gracias a su espectacular ejecución. Brad Pitt interpreta a un expiloto que regresa del retiro para formar equipo con un joven talento (Damson Idris), en una trama que mezcla mentoría, redención y velocidad con resultados explosivos.

Joseph Kosinski, el director de Top Gun: Maverick, vuelve a demostrar que nadie mejor que él para meter al espectador dentro de la acción. Aquí no se trata solo de ver carreras, sino de sentirlas. Las cámaras instaladas en autos reales durante competencias reales de la Fórmula 1 hacen que cada vuelta se sienta visceral. Si con Top Gun sentiste que volabas, acá vas a sentir cada curva, cada choque y cada rugido del motor como si estuvieras en la cabina.
Brad Pitt y Javier Bardem, como dos veteranos del circuito, entregan actuaciones sólidas, mientras que Damson Idris sorprende con una presencia fuerte y carismática. La química entre Pitt e Idris es uno de los pilares emocionales del filme, y su relación maestro-aprendiz se siente honesta y bien construida.

¿Lo negativo? La historia no innova mucho. Hemos visto antes la fórmula del veterano que entrena a un novato, y aquí no hay ningún giro narrativo realmente inesperado. Pero lo cierto es que no lo necesita: el nivel visual, el ritmo impecable y las actuaciones hacen que esa familiaridad juegue a su favor.
Veredicto: Fórmula 1 no reinventa la rueda, pero la hace girar como nunca. Es un espectáculo que pide a gritos una pantalla grande y que, como Top Gun: Maverick, recuerda que el cine puede ser una experiencia física, casi sensorial. Si amas la velocidad o simplemente quieres dejarte llevar por una historia bien contada con adrenalina de sobra, esta es una parada obligatoria del verano.
