El lunes 26 de mayo, familiares confirmaron a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas que dejaron de tener contacto con los músicos la noche del domingo 25 de mayo, cuando arribaron a Riberas de Rancho Grande, localidad de Reynosa en Tamaulipas, para ofrecer un concierto.
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La desaparición de la agrupación mexicana integrada por Francisco Xavier Vázquez Osorio, Nemesio Antonio Durán Rodríguez, Livan Edyberto Solís de la Rosa, Víctor Manuel Garza Cervantes y José Francisco Morales Martínez, crean conmoción pues su desaparición ocurre en un contexto marcado por restricciones del Estado hacia los corridos tumbados y los narcocorridos, subgéneros del regional mexicano señalados por promover la narcocultura.
En horas recientes, medios locales y fuentes de información enfocadas en temas de narcotráfico, reportaron en X —antes Twitter—, la localización de cinco cuerpos calcinados en un paraje en la ciudad de Reynosa.
De acuerdo con reportes difundidos en Facebook y X, las autoridades localizaron los restos la noche del 28 de mayo en un rancho apartado del municipio. El descubrimiento ocurrió alrededor de las 19:00 horas, según la información extraoficial.
Días antes, fue hallada la camioneta en la que viajaban los músicos. El vehículo apareció abandonado, sin logotipos ni el remolque donde solían transportar sus instrumentos. Este hallazgo fortaleció la sospecha de que los artistas fueron víctimas de un crimen.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas aún no ha emitido un pronunciamiento oficial que confirme la identidad de los cuerpos. Ante el hermetismo de las autoridades, familiares, amigos y colegas de los músicos se congregaron la noche del miércoles frente a la Concatedral de Reynosa. Allí, realizaron una vigilia, encendieron veladoras y elevaron plegarias por la aparición con vida de los integrantes del grupo. La comunidad artística local también se unió al clamor por justicia, exigiendo una investigación a fondo.