La actriz británica Suki Waterhouse ha compartido un sincero y detallado relato sobre su experiencia en el llamado “cuarto trimestre”, el período posparto después del nacimiento de su primer hijo.
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El 8 de abril, la estrella de 32 años publicó una serie de autorretratos en su cuenta de Instagram, donde lucía un cardigan abierto y mostraba su vientre en un par de calzones postparto de Frida Mom junto con un sostén. En su mensaje, Waterhouse reflexionó sobre los desafíos y las emociones encontradas que ha experimentado durante este período de transición en su vida.
Suki Waterhouse habló sobre la realidad del postparto
La actriz describió el “cuarto trimestre” como una etapa humilde, llena de una mezcla de emociones que van desde la alegría exaltante hasta las lágrimas, todo acompañado de fluctuaciones hormonales significativas. A pesar de los altibajos, expresó su orgullo por todo lo que su cuerpo ha logrado y destacó la importancia de tratarse a sí misma con amabilidad y gracia durante el proceso de recuperación.
El mes pasado, varios medios informaron sobre el nacimiento del primer hijo de Waterhouse con su prometido, el actor Robert Pattinson, de 37 años. Las imágenes de la pareja paseando por las calles de Los Ángeles, empujando un cochecito rosa, circularon en los medios y despertaron la curiosidad de los fanáticos sobre la nueva adición a la familia. Aunque tanto Pattinson como Waterhouse optaron por mantener su vida personal en privado, la noticia del nacimiento de su bebé emocionó a sus seguidores en todo el mundo.
Waterhouse finalmente presentó a su hijo a través de Instagram, compartiendo una tierna imagen donde sostenía a su bebé envuelto en una manta con un diseño de corazón. La publicación fue recibida con una oleada de felicitaciones y buenos deseos de parte de amigos, familiares y seguidores en las redes sociales.
El período posparto, conocido como el “cuarto trimestre”, es un momento de ajuste y adaptación para muchas nuevas madres, marcado por una serie de desafíos físicos, emocionales y hormonales. Es un momento en el que las mujeres experimentan una amplia gama de sentimientos, desde la alegría y el amor incondicional hasta la ansiedad y la fatiga. Sin embargo, también puede ser un período de profundo crecimiento personal y conexión con el recién nacido.