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La atmósfera en el Real Madrid se ha vuelto densa y los resultados recientes han encendido las alarmas, apuntando a una posible desconexión entre el vestuario y el cuerpo técnico liderado por Xavi Alonso. Las especulaciones sobre un supuesto “complot” por parte de algunos jugadores clave han escalado en los medios deportivos y las redes sociales.
Uno de los incidentes más comentados fue el notorio desplante del delantero Vinicius Júnior al ser sustituido durante el Clásico. La reacción del jugador al abandonar el terreno de juego fue interpretada por muchos analistas como un gesto de desacuerdo o, peor aún, de desafío hacia las decisiones del estratega.
A esto se suma la ausencia de respaldo público al técnico por parte de los jugadores en sus canales sociales. Tras la dolorosa derrota contra el Celta de Vigo, la conferencia de prensa de Xavi Alonso no recibió el habitual apoyo o mensaje de ánimo que suele verse en estas plataformas, una omisión que no ha pasado inadvertida para la afición y la prensa. La falta de gestos de unidad aumenta la percepción de un quiebre interno.
Para complicar el panorama, la directiva del club, conocida por ser tajante en momentos de crisis, ha mantenido un silencio institucional que se percibe como la falta de un espaldarazo público hacia Alonso. Este mutismo alimenta las versiones de que la continuidad del técnico pende de un hilo.
El rumor más persistente señala que el próximo encuentro, el crucial choque de la Champions League contra el Manchester City, podría ser una verdadera final para el técnico español. Se comenta en diversos medios que una derrota podría significar su inminente salida, poniendo fin a su etapa en el banquillo merengue.
La situación es crítica y, más allá de las especulaciones, lo cierto es que la falta de sintonía en el campo y la tensión fuera de él exigen una pronta resolución para no comprometer los objetivos deportivos de la temporada.