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La final de la Copa Centroamericana concluyó con un desenlace amargo para el club Xelajú MC, que cayó en la tanda de penales ante la Liga Deportiva Alajuelense de Costa Rica, un resultado que selló el tricampeonato regional para los ticos. Tras un empate 1-1 en los 90 minutos reglamentarios y la prórroga, la definición desde el punto fatídico se inclinó a favor de Alajuelense, que se impuso 4-3.
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El estratega de los “Superchivos”, Amarini Villatoro, compareció ante los medios de comunicación visiblemente afectado y con un tono de profunda molestia, centrándose en una jugada clave del encuentro: un penal pitado en contra de su equipo que permitió el empate momentáneo de los costarricenses.
Villatoro no dudó en expresar su desacuerdo con la decisión arbitral. “Es increíble que habiendo VAR (se haya marcado penal). No entiendo el criterio. El rival que estaba enfrente es una gran institución que no necesitaba de eso. Es cierto que estamos en diciembre, pero no es la época de regalos todavía”, declaró el entrenador guatemalteco, sugiriendo que la marcación fue errónea y determinante en el desarrollo del partido, al considerar que la única forma en que Alajuelense pudo anotar fue por medio de esa jugada polémica.
Además de la controversia arbitral, Villatoro abordó el desgaste físico y logístico que afectó a su plantel. Mencionó que el equipo lleva una carga de 32 partidos en el semestre y el hecho de jugar la final fuera de Quetzaltenango, lo que implicó viajes y concentraciones adicionales, supuso un esfuerzo extra. A pesar de la derrota, el técnico se mostró “muy orgulloso de mis jugadores” por haber competido “leal, sin ningún tipo de ayudas”, reconociendo la mayor eficacia del rival en la tanda de penales.
La Liga Deportiva Alajuelense consolidó su hegemonía en el área con este triunfo, sumando su tercer título consecutivo de la Copa Centroamericana, una gesta que reafirma su estatus como uno de los clubes más grandes de la región.