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La ciudad de Barcelona sigue procesando la amarga derrota sufrida por el equipo azulgrana ante el Chelsea en Stamford Bridge, un revés en la Liga de Campeones que ha dejado consecuencias más allá de lo deportivo. Uno de los jugadores más señalados tras el encuentro fue el central uruguayo Ronald Araujo, cuya expulsión al filo del descanso, tras una falta sobre Cucurella con el marcador 1-0 en contra, fue un punto de inflexión decisivo en el partido.
La presión mediática y la autocrítica por la eliminación han afectado profundamente al defensor. Las últimas informaciones desde la capital catalana apuntan a que Araujo ha solicitado al FC Barcelona no ser tomado en cuenta para los próximos encuentros con el fin de recuperarse anímicamente. Esta situación se presenta tras reportes iniciales que mencionaban un virus estomacal, un parte médico que el técnico Hansi Flick desmintió en rueda de prensa.
El entrenador alemán, en declaraciones a los medios, pidió respeto para la situación del futbolista, aludiendo a un “asunto privado” y confirmando que Araujo “no está preparado para jugar”. Esta postura de Flick busca proteger al jugador en un momento vulnerable. Aunque físicamente se encuentra en óptimas condiciones, el impacto psicológico de la expulsión y las críticas lo han llevado a tomar esta decisión de apartarse temporalmente de las canchas para “resetear” y volver a su mejor nivel, según reportan fuentes cercanas al club.
La baja de Araujo, aunque no es por una lesión física tradicional, representa un nuevo desafío para el esquema defensivo del Barcelona en la complicada temporada que atraviesan, evidenciando que la salud mental es una prioridad en el deporte de élite.