Tras la derrota de Guatemala frente a Panamá el jueves pasado por las eliminatorias mundialistas, el ambiente previo al duelo de este martes ante Surinam fue muy distinto.
Era el último partido de la fase final y, aunque la Selección aún buscaba cerrar dignamente, muchos aficionados no lograron conseguir entradas o simplemente decidieron no acudir al estadio.
En los alrededores del Estadio Manuel Felipe Carrera (El Trébol), los revendedores intentaban deshacerse de los boletos que no lograron vender con anticipación.
A diferencia de otros encuentros, cuando los precios se disparaban, esta vez muchos ofrecían las entradas por debajo de su valor original, en un intento desesperado por recuperar algo de lo invertido.
Videos compartidos en redes sociales muestran una pelea entre dos revendedores, aparentemente por desacuerdos en la venta.
En otras imágenes, una mujer —visiblemente molesta— pide no ser grabada ni entrevistada, expresando su inconformidad por no haber podido revender sus boletos, que terminaron perdiendo valor a pocas horas del partido.
La situación reflejó el estado de ánimo de parte de la afición guatemalteca: frustración, desánimo y poca demanda para un encuentro poco decisivo
