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El Paris Saint-Germain (PSG) experimentó una jornada sombría en el Parque de los Príncipes, cayendo derrotado 1-2 ante el Bayern de Múnich en un encuentro correspondiente a la Liga de Campeones. Más allá del resultado adverso, la principal preocupación para el equipo dirigido por Luis Enrique reside en las sensibles lesiones que sufrieron dos de sus pilares: el atacante francés Ousmane Dembélé y el lateral marroquí Achraf Hakimi.
El infortunio comenzó temprano para el PSG. Ousmane Dembélé, que regresaba a la titularidad en Champions, tuvo que abandonar el campo en el minuto 25 debido a molestias musculares, concretamente en el isquiotibial. El jugador se retiró visiblemente frustrado, encendiendo las alarmas dado su historial de problemas físicos. El técnico Luis Enrique confirmó tras el partido que, si bien la lesión no parecía estar relacionada con la anterior, se debería esperar a los exámenes médicos para un diagnóstico preciso.
La situación se agravó al filo del descanso con la desafortunada salida de Achraf Hakimi. El lateral marroquí se retiró del campo entre lágrimas, con gestos de dolor, después de recibir una fuerte entrada por parte del jugador colombiano Luis Díaz, acción que le costó la expulsión al futbolista del Bayern. La preocupación es latente en el entorno parisino, pues la lesión podría ser de gravedad y comprometer su participación en la próxima Copa África. Ambos jugadores serán evaluados a la brevedad para determinar el alcance exacto de sus lesiones y el tiempo de recuperación. La derrota y la baja de dos piezas fundamentales suponen un desafío significativo para el PSG en sus próximos compromisos tanto en competiciones nacionales como europeas.
