El mundo del baloncesto estadounidense enfrenta uno de los mayores escándalos de su historia. Tres figuras destacadas de la NBA —Chauncey Billups, entrenador de los Portland Trail Blazers; Terry Rozier, base de los Miami Heat; y el exjugador Damon Jones— fueron acusadas formalmente junto a otras 31 personas por su presunta participación en esquemas de apuestas ilegales y fraude deportivo con la participación de familias mafiosas como Bonanno, Genovese, Gambino y Luchese.
Según el Departamento de Justicia de EE.UU., las investigaciones, que abarcaron más de once estados y movieron decenas de millones de dólares, revelan una red compleja de partidas de póker amañadas, uso de información privilegiada sobre partidos de la NBA y blanqueo de dinero. Billups habría actuado como “imagen” para atraer a víctimas a juegos clandestinos manipulados, mientras que Rozier y Jones filtraron información sobre lesiones y alineaciones antes de ser públicas, permitiendo a sus cómplices lucrarse con apuestas deportivas.
El fiscal federal Joseph Nocella Jr. señaló que el esquema, denominado “Diagrama Zen”, estafó a víctimas por millones de dólares, y cuando estas se negaban a pagar, los implicados recurrían a amenazas e intimidación, replicando métodos tradicionales del crimen organizado.
El director del FBI, Kash Patel, afirmó que los arrestos representan “un golpe directo contra La Cosa Nostra y la corrupción en el deporte profesional”, advirtiendo que el organismo “no dejará margen a ningún delincuente, sin importar su fama o posición”.