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La gala del Balón de Oro no solo celebra a los ganadores, sino que también deja momentos humanos que resuenan en todo el mundo. Este año, Mounir Nasraoui, padre del futbolista Lamine Yamal, acaparó la atención con un gesto que encarna el orgullo y la fe de un padre hacia su hijo.
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Durante la ceremonia, justo en el instante en que la leyenda del fútbol, Ronaldinho, se preparaba para anunciar al ganador del Trofeo Kopa, que premia al mejor jugador menor de 21 años, las cámaras captaron a Mounir. Lleno de emoción y nerviosismo, comenzó a cantar desde su asiento: “¡Para bueno, para malo, Lamine Yamal!”. Su cántico, realizado antes de conocerse el resultado, fue una poderosa declaración de apoyo, sin importar cuál fuera el veredicto final.
Aunque finalmente el galardón fue otorgado al inglés Jude Bellingham, la acción del padre de Lamine no pasó desapercibida y se viralizó rápidamente en las redes sociales, siendo interpretada como un símbolo del inmenso orgullo por el camino que su hijo ha recorrido a tan corta edad.
La confianza de Mounir ya se había manifestado horas antes en la alfombra roja. Al ser abordado por la prensa, declaró con firmeza y una sonrisa: “Un saludo a toda España, el próximo año es nuestro. ¡Vamos, vamos!”. Estas palabras reflejan la enorme esperanza que la familia y la afición tienen depositada en el futuro del joven delantero.
Si bien Lamine Yamal no se llevó el trofeo a casa esta vez, la noche dejó claro que cuenta con el motor más importante: el apoyo incondicional de su familia, cuyo orgullo ya es su mayor victoria.