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El Abierto de Estados Unidos fue escenario de un momento de alta tensión que trascendió lo deportivo. Durante su partido de tercera ronda contra Sorana Cirstea, la tenista checa Karolina Muchova, número 13 del mundo, vivió una situación personal que afectó su concentración inicial en el encuentro.
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Cuando el partido apenas comenzaba y el marcador le era adverso por 4-1, Muchova se mostró visiblemente incómoda, haciendo gestos hacia su banquillo y a una sección de la grada. Más tarde, en declaraciones a los medios, explicó la causa de su malestar: la presencia inesperada de su expareja. “Me dio un poco de miedo y le pedí que se fuera”, confesó la jugadora.
Según su testimonio, la aparición de esta persona en un lugar tan cercano a su equipo la perturbó. Afortunadamente, su petición fue atendida y el individuo se retiró poco después. Este hecho le permitió a Muchova recuperar el enfoque.
“Estoy contenta de cómo manejé la situación. Me costó concentrarme, pero luego encontré mi ritmo y pude luchar por cada pelota”
— Muchova
Al final, demostró su fortaleza mental y se impuso en un reñido partido por 7-6, 6-7 y 6-4. A pesar del incidente, la checa aclaró que no ha presentado ninguna denuncia formal.