En un partido que quedará por años en el recuerdo de los amantes del fútbol, Inter de Milán clasificó a la final de la edición 2024-25 de la Champions League luego de superar a Barcelona por 4-3.
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Si bien Barcelona inició con el dominio del balón y las aproximaciones al arco de Inter de Milán, lo cierto es que desde la táctica el cuadro italiano logró contener el ímpetu catalán.
Ni los amagues ni fintas de Lamine Yamal, o el talentoso toque de balón de Pedri hicieron mella en el fondo interista, que bien plantados en defensa, le cerraron todos los caminos al arco custodiado por el suizo Yann Sommer.
El primer golpe de Inter de Milán
Así transcurrieron los primeros minutos, hasta que promediando los 21′, el argentino Lautaro Martínez destrabó la brega para poner la cuenta en favor del cuadro local.
Si desde el juego el marcador parecía exagerado, lo concreto es que el equipo de Simone Inzaghi superaba la propuesta de tenencia de balón de Barcelona. Tanto así, que un nuevo y fulminante contragolpe, esta vez encabezado por el propio Martínez en los descuentos del primer lapso, acabó en un polémico cobro de penal tras revisión del VAR.
Tras el balón el turco Hakan Çalhanoğlu, quien engañó totalmente a Wojciech Szczęsny para decretar el 2-0.
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La reacción de Barcelona
La segunda parte deparó lo mejor del partido. Y tal como aconteció en el duelo de ida, con Barcelona yéndose con todos sus jugadores a buscar rápidamente un descuento que para suerte de los catalanes llegó a los 54′, cuando Eric García anotó el 2-1.
Desde ese instante, todo el dominio del juego recayó en el cuadro hispano, que literalmente arrinconó a su rival. Tamaña presión encontró su recompensa seis minutos después, cuando Dani Olmo rubricó con un potente cabezazo el empate 2-2.
Impactados por el arrollador inicio del cuadro español, en Inter no alcanzaron siquiera a acomodarse en el terreno de juego para seguir sufriendo con los embates visitantes, presión que encontró su merecido premio sobre los 87′, cuando Raphinha dio vuelta el marcador con un remate cruzado desde la izquierda, que si bien contuvo Sommer en primera instancia, nuevamente la cayó al brasileño para sentenciar la monumental remontada catalana.
Se pensó en ese momento que el partido estaba sentenciado en favor de los españoles. Nada más lejano de la realidad, ya que en los descuentos una internada del defensor interista Francesco Acerbi dejó el marcador en un 3-3 idéntico al duelo de la ida.
Inolvidable desenlace y primer finalista de Champions League
Contrario a lo que se podría suponer, el tiempo suplementario no bajó en intensidad. Con Barcelona en la posesión del balón, e Inter esperando agazapado algún espacio libre que le dejara la defensa hispana.
Algo que sucedió sobre el noveno minuto de alargue del primer periodo, cuando el recién ingresado Davide Fratessi se encontró en solitario para hacer estallar al estadio de Milán con una decisiva ventaja de 4-3.
El último cuarto de hora del segundo tiempo suplementario mostró un juego menos explosivo, dado el encomiable esfuerzo de sus protagonistas, pero no por ello poco emocionante con un remate de Fratessi que pudo significar el 5-3 y otros dos remates de Yamal que Sommer desvió con sendas atajadas.
Suficientes para decretar la espectacular victoria del cuadro italiano, que luego de dos temporadas volverá a disputar el máximo trofeo del fútbol europeo. Esta vez, ante el ganador de la llave de semifinales que mañana jugarán PSG y Arsenal.
