Este viernes, la Ligue 1 de Francia, tomó la determinación de sancionar con 4 partidos de suspensión al futbolista maliense del Mónaco, Mohamed Camara, tras haberse negado a posar en una foto planificada por la organización del torneo de primera división, en manifiesto de rechazo por discriminación de identidad sexual.
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Además, el jugador de 24 años, tachó con cinta adhesiva dos parches colocados en su uniforme, que consistían en apoyar a la comunidad LGBTQ. Los sucesos se generaron en el partido en el que su equipo goleó 4-0 frente al Nantes, el pasado 19 de mayo.
En dicha fecha, todo el fútbol de la primera y segunda división de Francia, participaron en la fuerte campaña de concientización, sin embargo, la única persona que se negó a estar fue Camara.
Críticas generales
El castigo llega luego de muchas críticas en el ambiente deportivo y político del país galo. Por ejemplo, la ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castera, fue una de las primeras que exigió sanciones más firmes contra el jugador del Mónaco: “Un comportamiento así debe ser objeto de las sanciones más firmes, contra el jugador pero al mismo tiempo contra el club que lo permitió”. Por su parte, la ministra Oudéa-Castera, catalogó el comportamiento del deportista como “inadmisible”.
Sin embargo, el jugador fue defendido por la Federación Maliense de Fútbol, quienes publicaron un comunicado de apoyo al jugador, asegurando que “los jugadores son ciudadanos como cualquier otro, cuyos derechos fundamentales deben ser protegidos en todas las circunstancias”.
Sin duda alguna, la decisión es el centro de la polémica entre quienes apoyan el castigo por la falta de empatía del jugador ante la comunidad LGBTQ y los detractores, quienes acusan a la liga francesa de obligar a sus jugadores en participar en campañas a las cuales no estarían de acuerdo, definiendo la situación como una clara violación de libertad de expresión.