PROGRESO es una compañía que inició sus operaciones hace más de un siglo. La experiencia en el desarrollo de operaciones industriales ha ido evolucionando de la mano con el desempeño ambiental que forma parte del ADN de la compañía.
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En la década de los ochentas, mientras Guatemala creaba las bases de su propia legislación ambiental, PROGRESO ya había emprendido una serie de proyectos y programas ambientales de manera voluntaria. Las primeras estrategias implementadas se enfocaron en la reforestación y poco a poco se fueron especializando las medidas en función de los nuevos reglamentos y leyes. El alcance de las medidas ambientales gira en torno a los diferentes factores y recursos naturales. El agua, por ejemplo, tiene un valor muy importante, aun cuando no forma parte de la materia prima del cemento.
PROGRESO ha desarrollado proyectos innovadores como: dos reservorios de captación de agua de lluvia, que se usa para actividades ordinarias en áreas administrativas (sanitarios, cocina y enfriamiento de equipos). El agua residual es tratada por medio de sistemas biológicos, llamados wetland que imitan la dinámica de los pantanos, donde las plantas y varios cubos de concreto permeable funcionan como filtros para restituir la calidad del agua.
Dentro de las plantas concreteras, el agua de lavado de las mezcladoras de los camiones, también se reúsa con el mismo fin; circulando el agua en varias pozas de sedimentación, para que la gravedad se convierta en aliada y permita la separación de los sedimentos. Es importante indicar que la amplitud de las áreas de cantera, permiten diseñar adecuadamente los frentes de acción. De esta manera, el área de explotación se vuelve relativamente pequeña en proporción al área que se conserva verde. Bajo esa dinámica, se permite restaurar adecuadamente los sitios que ya fueron trabajados.
Para mantener el equilibrio ecosistémico, se reforestan las áreas que requieran atención, tanto en los polígonos de las operaciones, como en las áreas de influencia y se llevan a cabo monitoreos biológicos de los diferentes grupos taxonómicos (aves, mamíferos, reptiles, insectos y otros que se requieran). PROGRESO tiene en cuenta los esfuerzos que ha emprendido el sector público sobre este tema, por medio de la restauración del paisaje forestal, una rama relativamente nueva que se basa en iniciativas económicas, ambientales y sociales para apoyar la toma de decisiones sobre el uso de los suelos y las inversiones para el manejo sostenible del paisaje.
Esta idea se ha venido consolidando como un movimiento mundial desde 2011 y tenía como objetivo: la restauración de 150 millones de hectáreas degradadas en el mundo; sin embargo, la meta se alcanzó en el 2014. Este logro generó gran entusiasmo, por lo que la meta se incrementó a 350 millones de hectáreas restauradas para el 2030. Como parte de esta iniciativa, Guatemala se puso como meta: la restauración de 1.2 millones de hectáreas en su territorio. No obstante, hay que tomar en cuenta que estas oportunidades deben emprenderse en alianzas con sector público y privado; para garantizar la participación integral de estas iniciativas. Otro factor igualmente importante es el aire; por ello, PROGRESO mantiene el monitoreo periódico de las potenciales emisiones, midiendo las partículas suspendidas, la presión sonora y los gases. Los resultados de los monitoreos se comparan con guías internacionales para determinar el estatus de los límites establecidos en esas referencias.
Por su parte, la gestión de los desechos sólidos forma parte de una visión de país. Internamente, la mayoría de las plantas de PROGRESO clasifica los residuos y desechos desde el origen para promover el reciclaje o reúso; a excepción de Planta San Miguel que promueve el concepto de: “cero descargas a vertederos de basura” (Zero waste to landfill), gracias al sistema de coprocesamiento. El coprocesamiento es un proceso que convierte la basura en subproducto, porque los hornos donde se produce el cemento mantienen temperaturas superiores a los 1,300°C, transformando este proceso en la tecnología ideal para crear energía térmica a través de la quema de residuos y desechos previamente clasificados.
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La tecnología está a disposición de cualquier usuario, empresa o municipalidad que esté dispuesta a realizar un cambio cultural, por medio de la clasificación y traslado de la basura a la planta, para evitar el crecimiento del volumen de basura que se dispone en los vertederos y evitar la contaminación de recursos hídricos o del suelo. Por último, y considerando que, ningún cambio social evolutivo es posible sin modificar conocimiento cognitivo, PROGRESO cuenta con varios programas de formación en temas ambientales, de los cuales sobresale una plataforma virtual sobre cumplimiento de legislación ambiental en Guatemala; una herramienta moderna y disponible para quien desee aprender y fortalecer sus conocimientos sobre los requerimientos técnico-legales que debemos cumplir como ciudadanos.
PROGRESO ha iniciado una etapa de expansión de sus operaciones donde también promoverá la implementación estandarizada de su gestión ambiental. Esta visión se promoverá como una iniciativa para consolidar su liderazgo ambiental y seguir construyendo el país donde todos queremos vivir.
