A medida que el desafío del cambio climático continúa creciendo, la preservación de los ecosistemas y los entornos naturales se ha convertido en una parte crucial del modelo de negocio de las empresas representadas en GREPALMA.
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Los procesos de producción de la agroindustria de aceite de palma responden a una estrategia de producción en ciclo cerrado y de cierta manera, a los principios de una Economía Circular. Desde la concepción de los procesos, se consideran las interacciones que cada actividad pueda tener hacia el ambiente, para manejarlos bajo un enfoque de prevención de impactos.
Como resultado de esta valorización, la empresa GREPALMA ha logrado:
• Que más de 122 mil 300 toneladas métricas de compost sean reincorporadas a plantaciones de palma de los asociados de GREPALMA, disminuyendo el uso de alrededor de 11 mil toneladas métricas de fertilizantes químicos al año.
• La empresa tiene capacidad instalada para producir más de 9 millones 900 mil kilowatts al año a partir de biogás. El 100% de la energía producida se utiliza para las operaciones internas de las empresas que tienen esta tecnología. En Guatemala, existe una empresa que vende y suministra la energía generada con biogás al sistema nacional de electrificación.
• El 100% de las aguas residuales tratadas, la empresa las utiliza para el manejo nutricional de las plantaciones de palma, estimando una segregación de 60% de uso para elaboración de compost y 40% para fertirriego.
Aportes a la biodiversidad
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En mayo de 2023, el Centro de Estudios Ambientales y Biodiversidad de la Universidad del Valle de Guatemala (CEAB-UVG), presentó resultados del estudio: Evaluación de biodiversidad existente en el sistema de plantaciones de palma de aceite en Guatemala, desarrollado en coordinación con GREPALMA a lo largo del último año.
El objetivo principal de la investigación fue caracterizar la biodiversidad y evaluar la contribución de las plantaciones de palma de aceite a la provisión de servicios ecosistémicos de regulación (polinización, control de plagas y enfermedades, dispersión de semillas) en las principales regiones productoras del país: Norte (Petén), Nororiente Verapaces, Nororiente Caribe y Sur.
Los grupos indicadores que se caracterizaron dentro de plantaciones de palma fueron mariposas diurnas, anfibios, reptiles y aves. Se documentaron 232 especies de insectos, mariposas, 48 especies de anfibios y reptiles, así como 163 especies de aves. Dentro de estas especies, se identificaron las denominadas “especies bandera”, es decir, especies que indican la presencia de buenas prácticas agrícolas y que sustentan manejo sostenible de recursos en operaciones.
Solamente en la región Norte, se encontraron un total de 133 especies de insectos, de las cuales un significativo porcentaje (47%) actúa como polinizadores, entre ellas las mariposas diurnas. Este hallazgo resalta la importancia de preservar y conservar los hábitats para garantizar la polinización y reproducción de las plantas en el área. La abundancia de escarabajos y mariposas, así como la presencia de anfibios como las cecilias y las salamandras indican un uso responsable de agroquímicos dentro de las plantaciones.
En cuanto a los anfibios y reptiles, 25 especies cumplen una función importante como control de plagas, contribuyendo así a la regulación de poblaciones de insectos y otros organismos considerados plagas en la región.
Las regiones palmicultoras del Nororiente Caribe y Verapaces presentaron las mejores condiciones para albergar fauna amenazada a largo plazo y mantener la provisión de servicios ecosistémicos al paisaje circundante.
La preservación de bosques riparios dentro de las plantaciones de palma de aceite, la conservación de remanentes boscosos dentro de las mismas o en sus cercanías, así como una menor intensidad de chapeo de carriles en las plantaciones y un uso focalizado de agroquímicos, son prácticas sostenibles que se implementan en empresas del sector y que contribuyen con mantener la riqueza de especies y la prestación de servicios ecosistémicos.
Esta información se digitalizó y se incorporó al Sistema Nacional de Información sobre Diversidad Biológica de Guatemala (SNIDBgt), incluyendo su ingreso a las bases de datos de las Colecciones Biológicas de la Universidad del Valle de Guatemala.
“Este estudio es el punto de inicio que tanto iniciativa privada como academia pueda trabajar en conjunto para generar data sólida que pueda orientar las acciones de manejo, las cuales deben ser guiados para los temas de producción y sostenibilidad. Todos los datos están disponibles en la plataforma y los catálogos de fotografías”, explicó Daniel Ariano Sánchez, investigador a cargo de la Universidad del Valle de Guatemala.