El compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental se ha convertido en una prioridad para Proverde, que ha transformado los desechos en energía mediante el coprocesamiento de residuos. Con ello, ha logrado evitar que unas 3.3 millones de libras de residuos desemboquen en el océano Atlántico.
Proverde es la unidad de Progreso especializada en la prestación de servicios de disposición final de residuos a entes privados y públicos, para fabricar combustibles y materias primas alternativos que puedan ser coprocesados en los hornos de fabricación de cemento.
La compañía cuenta con personal calificado, laboratorio especializado para analizar residuos sólidos y líquidos, equipos de alta tecnología y capacidad para atender los requerimientos de más de 100 clientes privados industriales y agroindustriales.
Proverde, en el ámbito público, colabora con varias municipalidades: la de ciudad de Guatemala, Escuintla y Jutiapa, con un extenso programa de coprocesamiento de llantas desechas, y la de Quetzaltenango, San Pedro Sacatepéquez, San Marcos y San Ildefonso Ixtahuacán, para el coprocesamiento de residuos separados posteriormente a la separación de residuos orgánicos y residuos reciclables.
Además, gracias a su compromiso con el medio ambiente y con los océanos del planeta Tierra, tiene una cooperación público-privada con el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) para el coprocesamiento de residuos sólidos flotantes extraídos del río Motagua.
“La cuenca del río Motagua es una de las principales de Guatemala, pero, lamentablemente, arrastra una cantidad considerable de desechos sólidos”, explicó Carlos Escobar, gerente de Proverde.
Los residuos son aprovechados como combustibles alternos en los hornos de la Planta San Miguel.
“Esto reduce nuestra huella de carbono por menor uso de combustibles fósiles, a la vez que colaboramos en mejorar la calidad del agua del río Motagua, removiendo residuos sólidos flotantes y depositados en playas”, expuso la compañía.
En 2023 habilitó un segundo punto de captación de residuos sólidos flotantes en Morazán, El Progreso, con el objetivo de lograr la captura de los desechos en aguas arriba del punto existente, reduciendo el impacto en el trayecto del río y mejorando la eficiencia en el traslado de estos.
“En dicho punto se instalaron biobardas con el objetivo de retener los sólidos arrastrados por el río para ser clasificados en plásticos, residuos comunes (duroport, laminados, telas, etc.), metales y bioinfecciosos, entre otros. Posteriormente, los residuos valorizables energéticamente son preparados y embalados para su traslado para su coprocesamiento en la Planta San Miguel”, detalló la compañía.
A la fecha, han revalorizado 1,481.59 toneladas de desechos sólidos captados el río Motagua, que equivale a evitar a que aproximadamente 3.3 millones de libras de residuos desemboquen en el océano Atlántico, los mismos han sido gestionados de una forma ambientalmente segura.
“Nos comprometemos y esforzamos por lograr una producción más limpia, a gestionar nuestros residuos de manera responsable y a alcanzar un consumo eficiente de recursos reduciendo, reutilizando y reciclando todo cuanto sea posible, para mitigar nuestros impactos ambientales y contribuir al bienestar de la sociedad”, aseguró la compañía.